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EDIPO, EL DE LOS PIES HINCHADOS

  • particepsmagna
  • 14 sept 2020
  • 4 Min. de lectura

Sófloces fue sin duda un gran personaje de la época griega, que se hizo famoso después de derrotar a Esquilo en el teatro. Esta, EDIPO REY, es una de sus más queridas obras de teatro, una mezcla del nefasto destino y el desconocimiento de los personajes. Comienza así.


RESUMEN:

Edipo, un hombre que en su camino a Tebas se topa con un grupo hostil; los tiene que asesinar para seguir con su viaje, sino corre riesgo su vida. Al llegar a la ciudad toma el puesto del anterior rey, que había desaparecido por el ataque de un grupo de asaltantes, se casa con la mujer del desaparecido Layo y gobierna de buena manera. Hasta que una peste llega a la ciudad haciendo mal a todos sus habitantes. Edipo manda a pedir una solución del oráculo. Al regresar, el adivino (Tiberias) y Creonte, dan a conocer que la peste es causada por el asesinato impune del anterior rey, Layo. Edipo hace las promesas de ajusticiar al dicho asesino con el peor de los castigos y el destierro o asesinato, pues eso era necesario para poder parar la peste; hasta que Creonte le insinúa que el es el verdadero asesino, es mejor que deje de nombrar tantos castigos y maldiciones.


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Edipo esta confundido y renegado, pero recuerda su llegada a la ciudad con el grupo que tuvo que asesinar. Pide detalles a su mujer sobre la muerte de su ex-marido. Yocasta nombra que Layo salió con un grupo de hombres hasta un punto de 3 caminos, donde les cayeron los asaltantes y fue asesinado; el único que escapo para contar la dicha historia, fue un esclavo de Layo que ahora desempeña como pastor, lejos de la civilización. Este testimonio pone más asustado aún al rey, pues los detalles que le da su mujer apuntan a que él fue el verdadero asesino de Layo; exceptuando lo del grupo de asaltantes. Seguramente el esclavo mintió en alguna parte de su testimonio por vergüenza a admitir que solo un hombre acabó con todos ellos. Su mujer lo intenta calmar sin lograr su cometido. Edipo manda a llamar al esclavo, para que le diga los hechos reales. Pasado el dicho requerimiento; Yocasta sale a entregar coronas como ofrendas al Dios Apolo, para calmar un poco el dolor de su marido y el suyo propio. La ciudad estaba al tanto y todos preocupados por como de mal estaba la situación. En el camino de Yocasta, se topa un mensajero de Corinto, que le da buenas esperanzas sobre la situación y le da las noticias de que en el antiguo hogar de Edipo, murió el rey (su padre) y que él es reclamado como futuro rey.

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Edipo sabía que el estaba condenado a matar a su padre y tener hijos con su madre, esa fue la razón por la cuál se fue de su tierra Corinto. Al estar muerto su padre, rey de Corinto, ya no puede cumplir la profecía de cometer tan horrorosos actos contra sus progenitores. Pero hay un problema, el mismo extranjero que le cuenta la noticia, le dice que él no es hijo de el fallecido rey. Edipo pide más explicaciones al extranjero. Él le dice que no le puede dar más explicaciones, pues Edipo fue entregado a él por uno de los sirvientes de Layo, el mismo que Edipo había mandado a llamar para resolver sus dudas sobre las circunstancias de la muerte del rey. El dicho esclavo, ya viejo; llega y tras una conversación con el extranjero, acepta su acción. En su juventud, él fue el que le entrego al pequeño Edipo al extranjero, quien a su vez lo entrego a los reyes de Corinto. Edipo comienza una complicada entrevista con el sirviente de Layo, pues quiere saber quien lo entrego a él; a eso el sirviente responde, que la mujer Yocasta fue quien le entrego al niño, a fin de evitar un los desastres que les amparaba según el oráculo recibido; destino que Edipo pensaba tener con su familia de Corinto. Yocasta no lo soporta y entra al palacio, cae en cuenta de que se cumplió la profecía, su hijo mato a su padre y se caso con ella; es así como la mujer se suicida colgándose de sus trenzas. Mientras tanto, Edipo siente la culpa de la desgracia de todo lo que le sucede a Tebas, se cumplió la profecía. Sabe que todo lo que el dijo sobre los castigos hacia el asesino de Layo, ahora pasarán hacia él; lo comprende, y entra al palacio. Encuentra el cuerpo colgado de Yocasta, llora y sufre; no hay nadie en Tebas que no sepa sobre su dolor. El mismo Edipo desata las trenzas y baja a su madre-esposa; y con unas indumentarias de su cabello se destroza los ojos, los aprieta tan fuerte hacia sus cuencas oculares que pierde la vista en el acto. Esta molesto consigo mismo y avergonzado de su papel, de ser odiado por los hombres y los dioses.


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Llega Creonte, quien se quedará con el reinado de Tebas. Edipo esta avergonzado, le da instrucciones sobre sus hijos, se despide de sus hijas ahí presentes y conversa con Creonte sobre su destierro. Pues no olvidar que la peste que azotaba a Tebas era culpa del asesino de Layo, Edipo. Edipo, ciego, es desterrado de la tierra que gobernó.


CONCLUSIÓN:

Es una obra teatral con una línea marcada, donde desde el inicio ya tienes una idea de lo que pasará con los personajes; pero te intriga conocer cual será la reacción de estos al conocer la inevitable profecía de sus vidas. Un libro que recomiendo, por 3 cosas: su rápida lectura, la forma interesante en la que el destino se las arregla para ser cumplido si o sí; y el honor de los personajes para con las personas que te rodean.


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